Publicado el 22/06/2020

Columna de Katia Trusich: Recuperar la confianza (diario La Segunda 20.6)

La crisis sanitaria ha puesto en pausa la vida de millones de personas y comercios. Para los centros comerciales, la crisis se prolonga desde octubre de 2019, generando un escenario preocupante no solo por la duración, sino, especialmente, por los casi 400 mil puestos de trabajo del sector. La mitad de los 150 establecimientos de las empresas que forman parte de la Cámara de Centros Comerciales, de Arica a Punta Arenas, han mantenido funcionando servicios esenciales como parte de la cadena de abastecimiento.

A pesar de lo anterior, más de ochenta recintos se mantienen paralizados, intentando sortear una emergencia sin precedentes que los desafía diariamente. De ellos depende el sustento de cientos de miles de trabajadores, comerciantes, vendedores, transportistas, guardias, personal de aseo y, por supuesto, de una cadena de proveedores de todo tipo. Basta recordar que en Chile el comercio es el mayor empleador, con más del 20% del mercado laboral, y que somos hoy uno de los sectores más afectados por la sucesión de crisis. Ya hasta marzo había perdido mas de 50 mil puestos de trabajo (CNC-T1/2020), cifra que podría triplicarse si las restricciones de funcionamiento se mantienen más allá del segundo semestre del presente año.

Si bien suele percibirse a los centros comerciales como grandes empresas, por el tamaño de sus recintos, su presencia nacional en lugares estratégicos y por el rol que desempeñan en el abastecimiento y esparcimiento de las personas, la realidad es que estas infraestructuras tienen propietarios de tamaños diversos, y requieren de inversiones de alta carga financiera y elevados costos fijos. A su vez, movilizan una amplia cadena productiva y de consumo, que hoy demanda un esfuerzo conjunto para proteger la actividad económica y el empleo que generan.

No cabe duda que la crisis va a ser superada en el tiempo, dejándonos nuevos aprendizajes y desafíos, entre los cuales destaca la recuperación del crecimiento y de la confianza de los consumidores. En una dimensión sanitaria, ya que los centros comerciales deberán garantizar que se cumplen todas las medidas para proteger a colaboradores y clientes, y también en una dimensión adaptativa. En este segundo aspecto, nuestra industria ha desarrollado desde hace más de 40 años una trayectoria constante de innovación y sintonía con las necesidades de los clientes. Hoy deberá desplegar sus capacidades para recuperar el comportamiento gregario de las personas, con nuevas propuestas, más tecnologías y tendencias globales del nuevo consumidor, renacido después de meses de encierro y temor al encuentro físico, para volver a compartir y socializar como ha sido y seguirá siendo, en los lugares favoritos de chilenos y chilenas.

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