Publicado el 14/03/2022

Columna Katia Trusich: «Ir al mall» (Diario La Segunda 11.3)

Hace algunas semanas, la futura ministra del Interior Izkia Siches, fue criticada por ir de compras a un centro comercial, un hecho común para millones de chilenos (en 2019 cada persona visitó en promedio un centro comercial cuatro veces al mes). Siches cerró la polémica de forma asertiva y cercana, a través de sus redes sociales, explicando su necesidad de adquirir vestuario para ella y su hija.

Este asunto anecdótico, reafirmó algo mucho más profundo: todos somos consumidores y todos vamos al mall, diferenciándonos solamente en la frecuencia y el tipo de uso que damos a estos establecimientos. Hace tiempo que los centros comerciales dejaron de ser sólo un símbolo de consumo, para convertirse en lugares arraigados entre los chilenos por su enorme oferta de bienes, servicios y entretención.

Según un estudio realizado por nuestra Cámara, con Upskills y la Cámara de Comercio, en dos de cada tres centros comerciales hay cines; en la mayoría hay patios de comida (82%) y en casi todos coexisten pequeñas y medianas empresas (el 96% tiene islas). A eso se suma que centros médicos, educacionales y oficinas públicas hoy forman parte de estos establecimientos, confirmando la tesis de Galetovic, Poduje y Sanhueza (2009, CEP), que planteaban que los centros comerciales se han trasformado en centros urbanos complejos, que comparten las preocupaciones de las ciudades y sus habitantes: seguridad, sustentabilidad y uso del espacio público.

Actualmente en el Congreso, se tramitan varias iniciativas tendientes a acortar los horarios del comercio, discriminando al principal empleador del país respecto de otros sectores productivos. Antes de restringir actividades destinadas a los consumidores, parece sensato considerar que afectar a un sector tan cercano a las personas también tendrá un impacto en ellas.

Todos queremos mejores oportunidades laborales, más tiempo en familia y de descanso para todos los trabajadores, pero en la discusión persisten varios mitos y desconocimiento. El comercio funciona con turnos, dando más oportunidades laborales; los horarios cambian entre zonas geográficas, entre formatos, entre competidores, incluso, entre locales de un mismo centro comercial y sobre todo, en algo que quedó patente tras las reaperturas en medio de la pandemia, las personas quieren que las dejen ir al mall.

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